Anorexia: cuando la mente se apodera del cuerpo

La anorexia es un mal endémico del siglo XXI, el excesivo culto al cuerpo, los cánones de belleza que se difunden en los medios de comunicación y el periodo de inseguridad que atravesamos en la adolescencia son el caldo de cultivo perfecto para que esta enfermedad campe a sus anchas entre nuestros amigos y conocidos. Si deseas conocer más acerca de ella no dejes de leer este artículo:

 

Según el manual diagnóstico de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud CIE- 10, la anorexia nerviosa se caracteriza por la presencia de los siguientes síntomas:

  • Pérdida significativa de peso, con un índice de masa corporal (IMC) que indique infrapeso. Pincha aquí para calcular tu IMC
  • Esta pérdida está provocada por el propio paciente a través de evitar ingerir alimentos ricos en calorías, haciendo ejercicio excesivo o recurriendo a laxantes o diuréticos.
  • Distorsión cognitiva de la imagen corporal: presentan una idea equivocada de cómo se ve su cuerpo o determinadas partes. Esta idea conecta con un miedo intenso a aumentar de peso compaginado con un alto control sobre la ingesta y el peso.
  • Trastornos endocrinos relacionados con el bajo peso y la malnutrición: desaparición de la menstruación en las mujeres, del interés sexual en los hombres, desequilibrios electrolíticos, etc…

Esta enfermedad afecta a un 0,3% de la población española cebándose con las mujeres jóvenes de entre 12 y 25 años. Aunque con menor frecuencia también está presente en los hombres. La prevalencia de Trastornos de la conducta alimentaria en España está entre el 4,1 y el 4,3%. Por lo que se trata de un problema con una considerable magnitud.

No hemos mencionado los problemas sociales generados a raíz de esta enfermedad. Los pacientes se aíslan y evitan el contacto con sus iguales o con los amigos con los que antes salían. A nivel cognitivo sufren problemas de concentración, de alerta, de comprensión y de juicio. A nivel emocional presentan una gran tensión, ansiedad, anhedonia, mal humor y por supuesto no disfrutan de la comida en absoluto.

Para una información más exhaustiva de cómo afecta la inanición a los seres humanos os recomiendo leer el artículo que escribió el profesor José Ramón Alonso sobre el experimento de inanición realizado en Minnesota en 1944. PINCHA AQUÍ PARA LEERLO.

Cuando el paciente llega a nuestra consulta es porque considera que tiene un problema (en el caso de que sea adulto) o porque sus familiares le obligan (en el caso de los adolescentes generalmente). En la cúspide del iceberg se observa una relación con la comida desadaptativa, un control extremo sobre la ingesta y una gran cantidad de pensamientos y acciones que giran en torno a la comida. Cuando profundizamos en la anamnesis aparece una relación anómala consigo mismos: un rechazo a la propia imagen corporal, en ocasiones tan solo a alguna parte de su cuerpo (dismorfofobia) y en definitiva un rechazo a ellos mismos como personas competentes y valiosas. En la base del iceberg se aprecian unos patrones en su desarrollo evolutivo un tanto desadaptativos que, de una forma u otra, les ha llevado a quererse tan mal a sí mismos. El desencadenante en unas ocasiones ha sido algunos sucesos de rechazo o críticas en la adolescencia entre sus iguales o haber crecido con progenitores hipercríticos consigo mismos o con ellos.

En cualquier caso, los pacientes deberán iniciar un tratamiento multidisciplinar que incluya a su médico de familia, su endocrino, su Psicólogo de confianza y en algunas ocasiones a su psiquiatra. La familia también tendrá un papel destacado en el tratamiento ya que forma parte de su red social natural y son los que conviven en muchos casos a diario con el paciente.

No dudes en consultarnos si conoces a alguien que tiene este problema o tú mismo lo padeces. Tómate en serio tu salud física y mental y aprende a quererte y valorarte tal y como eres: estarás contigo mismo toda la vida.

Abel Domínguez Llort

Psicólogo. Director de Domínguez Psicólogos

www.dominguezpsicologosmadrid.com