Comunicación cara a cara vs on-line

El otro día me dio que pensar cuando me comentaron algo sobre una pareja de amigos que están iniciando su relación. Al preguntar qué tal les iba me encontré con la respuesta, «por whatsapp no se entienden mucho,  pero cuando están juntos muy bien». Lo primero que me vino a la cabeza fue que si en persona se entienden todo marcha. Después me quedé pensando en la importancia de saber comunicarse hoy en día a través de las nuevas tecnologías, presentes en nuestras vidas de forma indiscutible.

 

No quiero ponerme a hacer comparaciones y listas de ventajas e inconvenientes de los diferentes tipos de comunicación. Es evidente que las distintas vías pueden ser más o menos útiles según la situación, la urgencia, la persona y otros tantos factores. 

Hay que adaptarse a lo nuevo, es un síntoma de salud poder hacerlo. Respecto a lo tecnológico también, por supuesto. El problema está cuando el ser flexible y adaptarse pasa al extremo. Vemos día sí día también noticias en las que se habla de adicción a aparatos tecnológicos. Se pone sobre la mesa el aislamiento que puede provocar el uso excesivo de la tecnología. Bien es cierto que las redes sociales también unen y nos brindan la oportunidad de mantener o recuperar contacto con las personas. Como en tantas otras cosas, todo debe estar en su justa medida. 

 Tengo claro que las relaciones interpersonales no pueden ser sustituidas por las relaciones online. ¿Alguien se plantea pasar las Navidades haciendo videoconferenicas en vez de compartiendo una mesa llena de comida? Creo que todos hemos vivido la absurda situación en la que en una reunión social o familiar muchos en torno a la mesa están con un teléfono móvil y la conversación brilla por su ausencia.

El lenguaje no verbal tiene un peso mucho mayor en la comunicación que las propias palabras. El tono, los gestos, la cercanía con la persona…Todo ello se pierde y diluye en la comunicación por ejemplo a través de un chat. La calidez, la cercanía y el contacto físico no dejan de ser necesarios y beneficiosos para las personas.

Me planteo la cuestión, ¿las redes sociales han modificado nuestra forma de relacionarnos? A día de hoy parece evidente que sí. Quien se resiste a no tener whatsapp seguramente se haya perdido más de una noticia importante. Igualmente se habla actualmente del impacto de la tecnología en la educación. En muchos centros ya funcionan con pizarras digitales que han dejado atrás a tizas y papeles.

Mi conclusión al reflexionar acerca de todo esto es que nada puede sustituir a la calidad de las relaciones personales en el encuentro físico, pero que estas mismas relaciones son inevitablemente influidas por las tecnologías y el uso que les damos.

Cristina de la Rosa Tineo

Psicóloga Psicodramatista

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