El divorcio no es una situación elegida ni en muchos casos deseada por los hijos. Esta separación les puede producir emociones de las que puedes y debes encargarte como su adulto de referencia. (Leer primera parte de este artículo) Con este artículo pretendo aportarte algunas recomendaciones para que tus hijos lo lleven lo mejor posible:
- Controla tus propias emociones de tristeza o enfado. Busca los apoyos que necesites a nivel emocional, económico, social, … No podrás encargarte eficazmente de nadie hasta que no te hayas cuidado tu antes. Date permiso para tener esas emociones ya que son normales y hasta adaptativas en estos casos, pero intenta mostrarlos o compartirlos con otros adultos o con Tu psicólogo de confianza. Así podrás hacerte cargo de las emociones de tus hijos con cierta serenidad. Seguramente a tus hijos les preocupe el bienestar del otro progenitor, sientan miedo o ansiedad ante la incertidumbre del futuro o culpabilidad. Habla con ellos y deja que ellos “te ayuden a ayudarles”.
- Es un gran error que les hagas tomar partido en las discusiones o que critiques a la parte que no está presente. Tampoco uses la pensión como una forma de “castigar o controlar” al excónyuge puesto que los que finalmente se verán afectados serán los niños. No utilices a tus hijos de espías para enterarte de lo que tu expareja hace o deja de hacer ya que les colocarás en un rol muy difícil.
- Te guste o no estás ligado a tu expareja y su familia a través de vuestro hijo en común. Por ello facilitar la comunicación con la otra parte y su familia de forma estable o previsible significará facilitar a tus hijos el encaje de la nueva situación. Confía en tu expareja y su capacidad para educar y criar a tus hijos: que no haya sido una buena pareja no significa que no pueda ser un buen padre o una buena madre.
- Intentar sustituir el poco tiempo que pasas con tus hijos con regalos será algo que perjudique vuestra relación a medio-largo plazo, mejor haz algo divertido con ellos e intenta organizarte para sacar más tiempo. Si intentas ser el/la “padre/madre guay” (también conocido como “el amigo de tus hijos”) tus hijos se confundirán y les privarás de algo imprescindible: amigos podrán tener muchos, padre/madre solo uno/a. No dejes de ejercer la educación porque pienses que pasas poco tiempo con ellos. Necesitarán disciplina positiva y educación en valores igualmente, con el tiempo lo valorarán.
- Deberás manejar con cautela tus nuevas relaciones de pareja. Es normal que los menores se muestren recelosos de las nuevas parejas de sus padres, ya que en cierta medida pueden sentir un conflicto de lealtades y erigirse en “los garantes de la honra del progenitor ausente y vigilantes de que nadie le sustituya”. Por ello tendrás que asegurarte de que esa relación no sea pasajera y de que tus hijos están preparados para verte con otra persona.
Espero que estos consejos te sean útiles en este proceso por el que estás pasando o has pasado. Recuerda que cada cambio vital puede suponer una gran fuente de oportunidades, así que aprovéchalas.