7 pasos para que los niños se relajen: la técnica Koeppen (Segunda parte)

En esta segunda parte continuaré explicándoos cómo trabajar el resto de grupos musculares con vuestros hijos. Podéis recordar los pasos previos pinchando aquí:

 

Cuando ya hayamos relajado las zonas de las manos-brazos, los brazos-hombros y los hombros-cuello, continuaremos con las siguientes así:

4. Mascando un chicle enorme: mandíbula (3 veces con cada chicle)

Tienes un chicle enorme, quieres masticarlo, pero es taaaaan grande… Vamos a morderlo con todos los músculos de tu cuello, con tu mandíbula. Apriétalo bien. El chicle se mete entre los dientes. Mastícalo fuerte.

De repente el chicle desaparece, se deshace y tu mandíbula se relaja. Siente cómo está floja. Tu cuello también está relajado.

Vamos a probar otros 2 sabores diferentes.

5. La mosca pesada: cara, nariz y frente (3 veces)

Estás sentado tranquilamente cuando una mosca muy pesada viene y se posa en tu nariz. Tienes una pelota en las manos y no quieres que se te caiga. Vas a tener que espantarla arrugando la nariz. Cuando arrugas tu nariz, las mejillas, la boca y la frente también se arrugan, también se ponen tensos. Hasta tus ojos se tensan…

La mosca por fin se ha marchado. Relaja toda la cara: tu nariz, tus mejillas, tu frente, tus ojos…

6. La panza del elefante y el estanque: abdomen (2 veces)

Ahora, estas tumbado sobre la hierba, panza arriba, tomando el sol. De pronto oyes un ruido fuerte, son los pasos de algo grande y pesado. ¡Es un elefante! Va hacia a ti y no te da tiempo a apartarte. Tienes que poner el estómago muy duro para protegerte. Aguanta mientras pones duro el estómago.

Uy, el elefante ha cambiado de idea y se va en otra dirección. Ya puedes descansar y relajarte. Deja tu estómago blandito. Nota como estás relajado.

 Ahora vamos a pasear por el bosque. Delante hay un prado con hierba muy verde y un estanque rodeado por una valla, si pasamos podremos bañarnos. Pero la valla es muy estrecha, la única manera de pasar es meter tripa. Mete el estómago hacia dentro todo lo que puedas. Hazlo con todas tus fuerzas.

¡Qué bien! Conseguiste pasar la valla y ahora te puedes bañar. Deja tu estómago flojo y relajado.

7. El explorador: pies y piernas (2 veces).

Al cruzar el lago nos adentramos en una jungla. La selva es peligrosa pero seguro que encontramos la salida. Eres un explorador valiente así que avanzas sin miedo. Sin darnos cuenta nos metemos en un barrizal, hay que empujar fuerte con los pies para salir. Empuja hacia dentro y nota como el barro cada vez está más duro. Tus piernas y tus pies están muy tensos mientras avanzas.

Has conseguido salir del barrizal. Ahora sacude tus piernas y tus pies para quitarte el barro. Nota como las piernas están flojas, siente cómo los pies están relajados.

Para practicarlo es bueno estar en un sitio cómodo como la cama o el sofá. Es bueno hacerlo sentado, pero también se puede hacer tumbado. Es recomendable hacer las repeticiones pero lo importante es que el niño no se aburra así según lo cansado que esté podemos acortarlo. Hacer la técnica es un juego que ayudará al niño a relajarse y apenas os llevará 10 minutos. Podemos acompañarlo de una música relajante para ayudar a crear el ambiente.

Está técnica está pensada para niños de entre 6 y 12 años. Es importante que puedan comprender las órdenes. Para niños más pequeños o niños mayores hay otras técnicas que os contaremos en futuros artículos. Podéis revisar la técnica de relajación en respiración pinchando aquí.

Disfruta ayudando a tu hijo a relajarse y recuerda que si tienes dudas o si tu hijo experimenta ansiedad puedes consultar con Tu psicólogo de confianza.

Roberto Castillejo Río

Psicólogo. Terapeuta de familia y de pareja

www.dominguezpsicologosmadrid.com